Turistas. Grupos de personas que generan dinero allá donde vayan. Gente ingenua a la que se le puede cobrar precios desorbitados por cualquier cosa. Para algunas ciudades y países parece que son el principal motor económico. Yo la verdad creo que más bien son un estorbo... grupos de gente molesta que como no están en su ciudad o casa se dedican a liarla de mala manera. A hacer un viaje inolvidable, en todos los sentidos... A emborracharse, a molestar a los habitantes, a pasarlo "bien". Bueno, sé que estoy generalizando mucho. Más bien me refiero a turistas de cierta franja de edad. Más o menos entre 18 y 30 años. Gente mal educada que se cree que son el centro del mundo. ¿Y a qué viene todo esto? Pues básicamente a una noticia que he leído hoy en un periódico.
Resulta que a un turista finlandés (que raro que no sea español... yo que tenía en tan buena consideración a la gente nórdica... y ahora resulta que estúpidos también los hay en el norte) de 26 años ha ido de turismo a la isla de pascua. Hasta ahí todo normal. Incluso loable, ya que no ha ido a Lloret o Mallorca a emborracharse... El problema viene cuando uno se entera que semejante energúmeno quería llevarse un recuerdo de la isla de pascua y sus moái. ¿Y cuál es el mejor recuerdo? Pues que mejor que un trozo de dichas estatuas y arrancarle una piedra a la oreja... Que más da la majestuosidad de dicha estatua... Que más da que sean únicas en el mundo... Que más da los años que deben de llevar... Que más da todo. Por mis santísimos que me llevo un trozo a mi casa... Así de chulo es el turista. Que no se puede conformar con una foto de recuerdo... Se lo ha de llevar a casa.
Así es como tratamos a lo que nuestros antepasados nos han dejado. Así nos cargamos la historia. Así nos cargamos algunas de las pocas cosas bonitas que ha hecho el mundo. Así es como va el mundo...
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